miércoles, 25 de junio de 2008

Paraguay: polémica salida presidencial

Nicanor Duarte dimitió sin la certeza de que el Congreso acepte su abandono del cargo Oficialmente, el político colorado dio por terminada, anticipadamente, sus funciones para asumir un escaño en el Senado. Sin embargo, la oposición lo acusó de maniobrar para dotarse de fuero parlamentario con el fin de evitar eventuales juicios por corrupción. Mientras, el país sería gobernado por el vicepresidente.

"Dejo el Gobierno, pero no la política". Con estas palabras Nicanor Duarte Frutos dio ayer por terminada anticipadamente sus funciones como Presidente de Paraguay, al renunciar al cargo ante el Congreso para asumir, el 1 de julio, un escaño en el Senado por el partido que será opositor a partir de agosto.
La renuncia de Duarte, que se produce 53 días antes de terminar su mandato y de que asuma el poder el Mandatario electo, Fernando Lugo, deberá ser aceptada o rechazada por el Congreso, cuya sesión conjunta de los 45 senadores y 80 diputados fue convocada a ese efecto para hoy, martes.
"El pueblo paraguayo sabe que he sido candidato a senador y que el escaño lo gané encabezando la lista más votada por el electorado nacional", dijo Duarte en un mensaje al país que leyó tras presentar la carta con la renuncia al presidente del Congreso, Miguel Abdón Saguier.
Añadió que por ello su dimisión "obedece a una exigencia constitucional para seguir sirviendo al pueblo paraguayo desde el poder Legislativo".
Sin embargo, hay una fuerte resistencia en parte de la oposición e incluso algunos legisladores del oficialista Partido Colorado, que adelantaron que no asistirán a esa sesión para que no haya quórum y forzar a Duarte a cumplir su mandato, hasta el 15 de agosto, cuando Lugo asumirá la jefatura del Estado.
Además, la oposición, que trató infructuosamente de impugnar la candidatura al Senado, se opone a que Duarte asuma el escaño porque considera que quiere escudarse en los fueros para no ser llevado a los tribunales ante eventuales denuncias de corrupción. También argumentaron una supuesta violación de la Constitución, que ya garantiza al gobernante un escaño en la cámara alta como senador vitalicio, con voz pero sin voto.
Por su parte, Duarte rebatió en su discurso que su intención sea buscar los fueros especiales y dijo que la Constitución ya se los concede como senador vitalicio.
El objetivo de los detractores de Duarte es impedir su juramento el día de la instalación del nuevo Congreso, con lo cual quedaría inhabilitado, aunque algunos legisladores consideran que no existe impedimento para que ocupe su escaño después del 15 de agosto, tras el traspaso de poderes.
En los comicios del 20 de abril la lista "colorada" al Senado con Duarte como número uno obtuvo 509.907 votos frente los 507.413 del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), principal agrupación de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), la colación que llevó a Lugo al poder.
En los últimos días Duarte insistió en que Lugo, quien considera que el dimitido gobernante debe asumir, tiene el poder político para que acepten en el Congreso su renuncia y le exhortó a que inste en ese sentido.
No obstante, el Jefe de Estado electo indicó que todavía no ejerce ninguna influencia en el actual Parlamento y que será después del juramento de los nuevos legisladores que la APC estará representada en el Congreso.
Si el Legislativo aprueba la dimisión, Duarte, que asumió en agosto de 2003 y a quien algunos de sus correligionarios le responsabilizan de la derrota "colorada" tras 61 años en el poder, será reemplazado por el vicepresidente Francisco Oviedo.

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