sábado, 23 de junio de 2007

Como eran las radios

Como era las radios en la Argentina. Mucha gente se conecta conmigo por el gran interés que han suscitado las notas referentes a los locutores de nuestro país, reflejadas en este blog. Conozco el medio desde los años cuarenta. Me he “codeado” con los más grandes artistas nacionales y extranjeros. Como siempre un estudioso de los medios de difusión, logré el acceso a todas las instalaciones casi totalidad de las que funcionan y funcionaron en Buenos Aires e interior del país. Como detalle saliente, las emisoras de radio –en su mayoría- se encontraban instaladas en grandes casonas y en barrios residenciales ó muy céntricos ¡caso Radio el Mundo! En Maipú 555 de esta Capital. Estas mansiones, eran adquiridas por los propietarios, que la acondicionaban para que la emisora contara con todas las comodidades necesarias para cada área. Entre ellas, no faltaba el Salón Auditórium en el que había comodidad para un mínimo de 120 personas sentadas cómodamente en butacas revestidas en terciopelo (azules, rojos, etc.) Había un sitio reservado para la orquesta “de la emisora” contratada especialmente para los musicales que programaba la radio. Los músicos de Radio Splendid, por ejemplo eran integrantes de la orquesta del Teatro Colón. Entre ellos los hermanos Marafiotti, Lalo Malvicino y al piano Lalo Schifrin. Radio Belgrano, durante muchos años estuvo ubicada en la Av. Belgrano, cercana a Entre Ríos, de esta capital y el auditórium, era el Teatro Empire en la calle Hipólito Irigoyen, cercano a la radio donde estaban los estudios centrales, y por donde desfilaron entre otros Carlos Gardel que lo hacia en tres salidas al aire, en diferentes horarios, logrando la audiencia total de esos horarios. Agustín Magaldi “la voz sentimental de Buenos Aires”, la orquesta de Francisco Canaro. Estrellas internacionales como la orquesta-espectáculo de Xavier Cugat. El cantante mexicano que luego se convertiría en el padre José Mojica. Un gran cantante melódico que impuso en el mundo uno de los más grandes éxitos (Granada), Agustín Lara. En los años cuarenta para que se tenga una idea más de lo que eran aquellas empresas que manejaban las radios, una de aquellas consideradas de “segunda”, Radio Prieto, con estudios en la calle Bolívar al 1200 de esta capital, contrató a dos cantores más serios de ocupar el trono que dejara Carlos Gardel al morir tres años antes, el 24 de junio de 1935, eran nada menos que Hugo del Carril y Oscar Alonso. Y tres veces por semana, de 21 a 22 horas, competían en un interesante contrapunto. Payaban sobre un libreto preparado nada menos que por Roberto Gil, veinte años después crearía su extraordinario programa “Calle Corrientes”. Y cuando la radiotelefonía Argentina marcaba rumbos en todos los países de habla Hispana, mediante su creatividad permanente con autores de gran nivel, actores y actrices, músicos y los locutores exclusivos de cada radio, apareció una poderosa empresa Norteamericana: La Editorial Haynes, quien construye edificios que aún conserva su envergadura y una distribución y comodidades que al presente resulta un adelanto. Oficinas, estudios, salón auditórium, camarines, salas de técnica, discotecas, buffet. Un sitio para grandes orquestas, como la exclusiva que poseía para treinta y cinco profesores que acompañaban a los cantantes. Esta misma Editorial Haynes, simultáneamente sacó a la venta el diario “El Mundo”, dinámico, moderno, el primero en formato tabloide (trabaje en los últimos tiempos en su redacción y logre filmarla, lo mismo que el último día de salida a la calle, el cierre del mismo). También formo lista de sus publicaciones las revistas “El Hogar”, “Mundo Argentino”, “Mundo Infantil”, “Mundo Deportivo”, “Mundo Peronista” y otros. Son muchas las experiencias vividas y anécdotas para contar. Lugar que dejo para otras oportunidades. Todavía queda en mi memoria el programa de Luís Sandrini “Felipe”, aquella frase que decía “y mientras el cuerpo aguante…”

Roberto Di Chiara

lunes, 18 de junio de 2007

ESO DE LA IDEOLOGÍA

Buenos Aires Sos (BAS).- Junio 2007.- (Por Eduardo Aliverti).- Una numerosa cantidad de colegas ha coincidido en dictaminar que en la Capital sí hubo memoria.
Pero: ocurrió que en lugar de estar guardada en la deuda de centenares de millones de dólares que las empresas macristas transfirieron a la sociedad a través de los seguros de cambio, o en los manejos de Manliba, o en el procesamiento por contrabando de autos, o en el Correo, la memoria ancló en que las sucesivas administraciones “progres” no resolvieron los dramas cotidianos de “la gente”. Según tal razonamiento, una amplísima primera minoría de la sociedad porteña dijo que arreglar problemas como el delito o el transporte no es de derecha ni de izquierda sino de eficiencia. “La gente” quiere un mago o cosa parecida, en esa visión. Y, cansada de que la magia no aparezca nunca, vota hoy a uno y mañana a otro como quien sustituye el shampoo.
Dijeron que un 45 por ciento votó a Macri porque quiere un cambio y nada más, y como si ese presunto cambio significase un pito en términos ideológicos.Va a estar bueno dejar de ampararse en asepsias profesionalistas. Alrededor de la mitad de los porteños votó por sacarse de encima a la resaca, a los cartoneros, a “la negrada” del conurbano que se atiende en los hospitales de la Capital.
Votó porque de una vez por todas haya represión contra los desórdenes callejeros, y votó por que si en ese accionar muere alguno sería tanto una macana como una lección.
Votó por que al frente de la tarea municipal haya un “gerente” y no un político, sin haber aprendido nada de lo que le pasó a este país por dejar la política en manos de “gerentes”.
Votó importándole cero lo que este gerente en particular, y su familia, y sus negocios familiares, ya demostraron como defensores del interés comunitario. Votó a Menem.
Y aunque sólo decirlo ya provoque un tanto de pudor, deberá admitirse que en medio de esas y otras razones es agregable la asociación entre su figura y los éxitos futbolísticos de Boca Juniors, por más que la bonanza deportiva esté lejísimo de darse la mano con el estado financiero del club.
El pasado y presente de Macri como legislador también tiene lo suyo: en el Congreso no le vieron la cara casi nunca. Así lo reconoció el propio Macri en el debate televisivo: “¿Para qué voy a ir si son mayoría (el oficialismo) y votan lo que quieren?” Notable, sin dejar de ser obvio: el discurso “antipolítica”, que le allegó a Macri una buena o enorme parte de sus sufragios, está respaldado en el hartazgo por los parlamentarios ñoquis que se llenan los bolsillos sin siquiera asistir al recinto. Macri, que es precisamente un emblema de esa vagancia, saca el 45 por ciento de los votos.En la ciudad se impuso el retorno explícito de la derecha a través de un voto profundamente ideológico. Porque cuando se vota, así sea en una elección municipal, a la par de supuestamente votarse –en el mejor de los casos– por las propuestas para arreglar las veredas, qué hacer con la caca de los perros o cómo disminuir los niveles de ruido, se vota en primer lugar por símbolos, por imaginario, por antecedentes. Por si se quiere ir para allá o para acá. Y véase al respecto una paradoja notable. La inmensa mayoría de los encuestadores, por no decir la totalidad, aduce que el gran mérito de Macri fue no haber dicho nada, no haber propuesto nada. Haberse remitido a visitar escuelas, correr maratones, recorrer villas, tomar mate con jubilados, subirse a un colectivo, treparse a un basural. Que su gran virtud marketinera fue eso, simplemente, dicen los grandes analistas de este país: quedarse al margen de la confrontación entre Filmus y Telerman y esperar sentado sin decir nada, porque “la gente” sencillamente quiere un cambio y no le importan las cuestiones ideológicas.
Pues bien: si la gente sencillamente quiere un cambio y no le importan las cuestiones ideológicas y vota a un tipo que no dice nada, se está diciendo todo lo contrario de lo que se dice. Es decir, que lo que se vota es ideología, es símbolo, es imaginario, no propuestas.
Supongamos que salen a inquirir a los votantes macristas con una única y directa pregunta: “¿Puede usted mencionar alguna propuesta concreta de Mauricio Macri, que no sea lo bien que hace tomar una cucharada de aceite de bacalao en el desayuno?” No. No puede. El votante de Macri no puede mencionar ninguna propuesta de Macri. Puede decirse que tampoco podrían citar propuesta alguna los votantes de todos los demás. Correcto. Pero entonces, ay, tenemos dos problemas. Uno, que algunos, varios o muchos del resto de los candidatos no ocultaron que votarlos era, antes que nada, un asunto ideológico. Y dos, pero primero, que queda ratificado que el voto es ideológico porque nadie o casi nadie conoce las propuestas de nadie o casi nadie.
Por último, y como para sumar complejidad o sencillez, también se coincide en la muy significativa porción de los votantes de Macri que en las presidenciales votará a Kirchner, varón o mujer. Prefieren al varón, pero será la mujer y cambia muy poco. De acuerdo con tan reveladora prognosis, el carácter esquizoide de ese voto subraya la sustancia desideologizada del electorado, porque se demuestra que “la gente” marca un rumbo en, por ejemplo, la intendencia de la Capital, y otro completamente inverso en la marcha nacional. Pero en ese caso, en lugar de un electorado complejo por la positiva, estamos hablando de un mamarracho gracias al cual ir para acá o para allá da exactamente lo mismo, y cambiante según sean los humores pasajeros, las caras de los candidatos, los vientos a favor o en contra. No es que se piensa. Es que se arrebata.No hay nada más ideológico que un voto “desideologizado”. Por eso ganó Macri. Porque supo montarse en el drama de que ya no hay partidos políticos. De que no hay conducción de unidad colectiva. De que no hay líderes. De que no se organizan ni la bronca ni las aspiraciones populares. De que el kirchnerismo –en la benéfica interpretación de que puede ser una opción válida para los intereses de las mayorías– no se expresa sino a través de sí mismo. Ya no las grandes corrientes y organizaciones populares, sino la capacidad de convicción de los ilusionistas de turno. Es la herencia del menemismo y por eso ganó Macri. Porque ganó Menem.Siempre habrá, sin embargo, y volverá a haber, unos muchos o unos pocos que opondrán resistencia a ese triunfo de la insolidaridad, de los oprimidos que reproducen el discurso del opresor, de la pobre gente o de la gente pobre que se angustia y vota a un garca. Siempre habrá.

(Editorial leida por Eduardo Aliverti en su programa Marca de Radio).-

Tribus Urbanas "POR LOS MATICES DE LA OSCURIDAD"

Buenos Aires Sos (BAS).- (Por Pablo Lema).-
Los Darks y los Góticos son dos de los grupos que más suscitan interés y controversia, dentro y fuera de las tribus urbanas que circulan por la ciudad. Lo que más sobresale en ellos es su vestimenta y simbología; confundida, la mayoría de las veces, por algunas pocas similitudes.
Las Tribus Urbanas son subculturas dentro de una cultura, que nacieron como una especie de grupo que a través de determinados gustos musicales, vestimenta en particular y vocabulario se sienten unidas como una pequeña familia.
Darks y Góticos, se igualan por la marginación a raíz de como se visten y la errónea interpretación de su cultura, pero se diferencian principalmente en su ideología y en sus orígenes, que si bien son confundidos, se remontan a distintas épocas de su Historia.
"Nosotros, Los Góticos, somos ridiculizados por una sociedad que es prejuiciosa y estancada en la imagen", afirma Jésica de 17 de San Isidro. "Mis papás no me dicen nada porque por lo menos soy sana y no me drogo", aclara la chica en contra de la creencia cuando se vincula a estos grupos en movimientos satánicos o sadomasoquistas. Aunque cabe aclarar que hay gente que se muestra afín a practicar este tipo de "costumbres".
Una estudiante de Bachiller, Belén de 16, sentenció que los Darks son una estética sin ideología, producto del marketing y la moda que sólo quieren llamar la atención al mostrarse como solitarios o existencialistas, en comparación con los góticos que poseen una filosofía basada en la búsqueda espiritual y del ser interior en el que convergen diversos matices emocionales como la melancolía, la soledad, la tristeza y el amor.
Un estudiante de Sociología, Rodrigo, quien es Dark, expresó que la sociedad le da asco, sobre todo con tanta ignorancia a los alrededores y se muestra disconformecon la idea de formar parte de la colectividad, ya que entre su gente se entienden.
La vestimenta de estos dos grupos, a diferencia de las otras tribus urbanas, se destaca por el uso desmedido del negro aunque según Julieta, una gótica de 16 años que vive en Belgrano, para ser dark o gótico la ropa no basta, hay que tener ideologías de por medio sino se cae en lo que hace la mayoría, que se mete en estos grupos sólo para llamar la atención.
La prueba fiel a esta opinión se encuentra en cualquier galería de Santa Fe o por sus alrededores donde algunos grupitos Darks admitió no tener idea de los orígenes del Movimiento que "sólo nos vestimos así para formar parte de algo, no hay que buscarle tanta vuelta a lo diferente, para nosotros los diferentes y locos son ustedes que creen que pisan sobre terreno firme"
La estética de ambos grupos hace referencia al estilo Vampírico y Victoriano, combinando el terciopelo, camisas con estoperoles, capas, y corsets con faldas largas y demás.
La música gótica nació en Inglaterra como una evolución del punk y con el pasar de los años evolucionó desde Sisters of the Mercy, The Cure, Bauhauss hasta Neuroticfish. El estilo de música Dark tiene también nuevos y varias bifurcaciones como Stoa, Love Sirals, Chandeen y Marilyn Manson, entre otros.
Ambos grupos se juntan los sábados a la tarde en la plaza Rodríguez Peña y después a la noche van a bailar a Réquiem, el boliche dark/gótico más conocido de Congreso ubicado en Plaza de Mayo al 900, donde bajo sus paredes negras y demás cuadros del mismo estilo alberga todos los fines de semana alrededor de 300 personas.
"Los medios de comunicación y algunas personas nos marginan porque creen que somos locos, violentos, suicidas, y desconocen que somos parte de un pensamiento colectivo", expresó Patricia Ramirez, una gótica de Caballito, mientras señalaba su vestido y tapado negro y lucía una gran cruz plateada colgada del cuello.
A pesar de sentirse un poco marginados, los góticos no discriminan a los otros por su vestimenta, según lo que dejaron en claro dos estudiantes secundarias, Julieta y Belén de 16 años, quienes dijeron que tienen amistades tanto rolingas como cumbieras.
Otro de los entrevistados, fuera de sus cabales, declaró que La Oscuridad es la reina soberana por sobre la luz, ya que la oscuridad es la misma esencia de la que está echa La Nada y que la luz es una anomalía momentánea. Los Góticos, según él, vendrían a simbolizar el primer estado del humano vampiro antes de evolucionar en el hombre actual moderno, que no carece de sus instintos vampiros sino que los ha reprimido por completo.
El movimiento gótico nació en el Romanticismo del siglo XIX originado en Europa Occidental y se caracterizó por la expresión de los estados anímicos y sentimientos profundos, aunque lo que hoy se denomina Cultura gótica, surgió a fines de los años setenta en Europa y Estados Unidos.
El Dark, en cambio. se inició en Francia en 1860 por una agrupación de obreros y estudiantes, que vestidos de negro y maquillados de blanco, querían representar cómo la sociedad y la opresión los había matado, pero como contracultura se inició a principios de los 80.
Los darks y góticos, aman a la oscuridad y ese significado profundo y simbólico es lo que les da su pensamiento, pero como las demás tribus urbanas, cargan con el peso de marcar la diferencia en una sociedad sumida por la imagen y discriminadora de lo diferente.