En todo el mundo, en millones de familias, son las madres quienes más asumen la labor de velar por la salud, la alimentación, la educación y la protección de los niños y niñas. Una salud, alimentación, educación y protección que en demasiados casos, se les niega a ellas mismas, con resultados dramáticos en un momento tan crucial como el embarazo y el parto. El último informe de UNICEF sobre el Estado Mundial de la Infancia analiza la situación de la salud materna y neonatal en el mundo, destacando los desafios económicos y sociales a los que es necesario hacer frente
Una de cada siete mujeres que dan a luz en Níger probablemente morirá debido a complicaciones del parto. En Haití, menos de una cuarta parte de las madres dan a luz en clínicas. En Afganistán, muchas mujeres no reciben atención obstétrica ni prenatal debido a que no está permitido que las traten médicos varones. ¿Cómo es posible que con todos los avances técnicos y médicos del siglo XXI se descuide tanto la salud de las mujeres?
"UNICEF desea llamar la atención sobre lo que estas muertes maternas e infantiles significan para el desarrollo humano, social y económico", ha destacado Consuelo Crespo, Presidenta de la Fundación UNICEF Comité Español, durante la presentación del informe en Madrid. "UNICEF subraya una vez más que la inversión efectiva en la infancia es la clave para alcanzar el fin de la pobreza y para impulsar un desarrollo fundamental de los derechos humanos".
El informe sobre el Estado Mundial de la Infancia 2009 ha sido presentado mundialmente en Johanesburgo. En España, la presentación tuvo lugar en el CaixaForum Centro Social y Cultural de la Obra Social La Caixa, de Madrid, y en varias comunidades autonómas.
Dar la vida y perderla
El embarazo y el nacimiento de un niños suele ser motivo de alegría para sus padres y para las familias. Pero al mismo tiempo, tener un niño continúa siendo en todo el mundo uno de los mayores riesgos para la salud de una mujer. Todos los años, más de medio millón de mujeres mueren por causas relacionadas con el embarazo y el parto y casi 4 millones de bebés mueren durante sus primeros 28 días de vida. Millones más sufren incapacidad, enfermedades, infecciones y lesiones. Aunque existen soluciones rentables que podrían generar mejoras rápidas, se precisan dedicación y un sentido de urgencia para ponerlas en práctica. Un esfuerzo que a menudo choca con fuertes barreras, debido en gran medida a la falta de atención de los derechos de la mujer en el mundo.
“Es un número de muertes inconcebible. Es una tragedia humana a escala masiva", afirma el Director de salud de UNICEF, Peter Salama. Estas muertes evitables no son sólo una tragedia para las víctimas y sus familias, sino que suponen un freno para el desarrollo de comunidades y países enteros.
Un abismo en salud
"En España, estamos acostumbrados a ver a las mujeres dar a luz en las mejores condiciones: con instalaciones sanitarias y con un profesional. En zonas de África el cordón umbilical puede llegar a cortarse con lo que haya: una piedra o lo que sea", indica Alfonso Delgado, Presidente de la Asociación Española de Pediatría.
Durante su vida, una mujer de un país en desarrollo tiene 300 veces más riesgo de morir por causas relacionadas con la maternidad que una mujer de un país industrializado. Esta disparidad es conocida como "la mayor división del mundo en materia de salud". Este abismo es tan injusto como innecesario, ya que los estudios indican que cerca del 80% de las muertes serían evitables si las madres tuvieran acceso a atención sanitaria básica y a servicios esenciales de salud materna. Sin embargo, los esfuerzos realizados en todo el mundo para reducir estas muertes han sido menos fructíferos que los realizados en otras áreas de desarrollo humano. Por ejemplo, si bien el número de muertes de menores de 5 años ha descendido de forma continuada, la cantidad de muertes maternas sigue siendo de difícil solución.
“A veces me escandalizo: ¿Cómo es posible tamaña contradicción? No veo cómo se puede dar tanta importancia a mi papel de madre y a que dé a luz más hijos, y al mismo tiempo no se dé importancia a mi salud en la asignación de recursos, y que incluso no se preste atención al tema”, afirma Noreen Khan, Especialista en cuestiones de género de UNICEF.
Intervenciones básicas
El informe sobre la infancia 2009 indica que se debe asegurar a las mujeres un mínimo de cuidados prenatales, personal sanitario cualificado, servicios obstétricos de emergencia, una nutrición adecuada y cuidados postparto.
Estas intervenciones básicas sólo pueden garantizarse en el contexto de una mejora de la igualdad de género y a través de la abolición de las discriminaciones. Dar más oportunidades educativas a las niñas, las hará más capaces de tomar decisiones saludables respecto a su maternidad, así como a entender mejor los riesgos y los cuidados que debe seguir.
“La salud materna está unida indisolublemente a la salud del recién nacido", explica Salama. "Los partos prematuros dan lugar a mayores riesgos para la vida del recién nacido".
Este nuevo informe de UNICEF aboga por proveer un "contínuo de cuidados", para potenciar a las jóvenes y mejorar sus oportunidades de tener un embarazo saludable y un bebé sano.