viernes, 16 de mayo de 2008

Mataron a golpes al nieto de Osvaldo Bayer, en Italia

El diario alemán Suddeutsche Zeitung tituló: “Paliza mortal”. Simplemente así: “La extrema derecha italiana no pone ningún límite a sus excesos. Italia teme una nueva ola de violencia política”. E informa la muerte a trompadas y patadas del joven Nicola Tommasoli a manos de cinco miembros de la juventud neofascista.
Lo mataron porque sí. Ocurrió esto en Verona, la ciudad de Romeo y Julieta. “La ciudad del amor –dice el diario– que se ha convertido en símbolo del miedo que transita por las calles italianas.” “El miedo ante el odio, la intolerancia, la decadencia social”, explica en sus columnas y prosigue el diario: “Se puede sentir la inseguridad en todas las grandes ciudades italianas, en los míseros barrios pobres de los inmigrantes en las orillas romanas del Tíber, en las orgías alcohólicas en las calles que rodean a la Universidad de Bolonia, y los video-celulares de torturas sadistas entre estudiantes, todo esto hace temer la decadencia italiana.” Para eso, más seguridad, más policía, más Berlusconi. El mismo diario alemán sostiene que “en Italia reina un clima cultural y político en el que florece el odio y la intolerancia con los más débiles”. Ni pobres ni extranjeros es la divisa como si ellos fueran los culpables y no el sistema.
El diario italiano La Repubblica denuncia que el creciente neofascismo tiene como lema: “Caza al distinto” y publica fotos escalofriantes con jóvenes con carteles: “Veneto Fronte”, “Skinheads” y con banderas fascistas con símbolos de imitación de la cruz svástica. Muchos de ellos son fans de clubes de fútbol. Se dicen herederos de los legionarios romanos y son apasionados por el boxeo. El diario La Tribuna titula el 7 de mayo “Alarma negra”.
Cruces svásticas, cruces celtas, cabezas rapadas... Lo curioso –o no– es que la mayoría de los neofascistas proviene de escuelas católicas.
Todo este clima fue determinante para Bruno, que no podía comprender la violencia. Estos hechos fueron minando su optimismo y cayó en la melancolía de que tal vez, pese a toda la lucha de parte de la humanidad, es ya imposible de lograr el Paraíso en la Tierra que él soñaba. Cuenta su abuelo sumido en una profunda tristeza.

Material periodístico suministrado por el periodista Héctor Reynoso, vicepresidente del Círculo de Prensa Varelense –Ci.Pre.Va.- Miércoles 14/05/08 a las 19:30 horas.

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