Como era las radios en la Argentina. Mucha gente se conecta conmigo por el gran interés que han suscitado las notas referentes a los locutores de nuestro país, reflejadas en este blog. Conozco el medio desde los años cuarenta. Me he “codeado” con los más grandes artistas nacionales y extranjeros. Como siempre un estudioso de los medios de difusión, logré el acceso a todas las instalaciones casi totalidad de las que funcionan y funcionaron en Buenos Aires e interior del país. Como detalle saliente, las emisoras de radio –en su mayoría- se encontraban instaladas en grandes casonas y en barrios residenciales ó muy céntricos ¡caso Radio el Mundo! En Maipú 555 de esta Capital. Estas mansiones, eran adquiridas por los propietarios, que la acondicionaban para que la emisora contara con todas las comodidades necesarias para cada área. Entre ellas, no faltaba el Salón Auditórium en el que había comodidad para un mínimo de 120 personas sentadas cómodamente en butacas revestidas en terciopelo (azules, rojos, etc.) Había un sitio reservado para la orquesta “de la emisora” contratada especialmente para los musicales que programaba la radio. Los músicos de Radio Splendid, por ejemplo eran integrantes de la orquesta del Teatro Colón. Entre ellos los hermanos Marafiotti, Lalo Malvicino y al piano Lalo Schifrin. Radio Belgrano, durante muchos años estuvo ubicada en la Av. Belgrano, cercana a Entre Ríos, de esta capital y el auditórium, era el Teatro Empire en la calle Hipólito Irigoyen, cercano a la radio donde estaban los estudios centrales, y por donde desfilaron entre otros Carlos Gardel que lo hacia en tres salidas al aire, en diferentes horarios, logrando la audiencia total de esos horarios. Agustín Magaldi “la voz sentimental de Buenos Aires”, la orquesta de Francisco Canaro. Estrellas internacionales como la orquesta-espectáculo de Xavier Cugat. El cantante mexicano que luego se convertiría en el padre José Mojica. Un gran cantante melódico que impuso en el mundo uno de los más grandes éxitos (Granada), Agustín Lara. En los años cuarenta para que se tenga una idea más de lo que eran aquellas empresas que manejaban las radios, una de aquellas consideradas de “segunda”, Radio Prieto, con estudios en la calle Bolívar al 1200 de esta capital, contrató a dos cantores más serios de ocupar el trono que dejara Carlos Gardel al morir tres años antes, el 24 de junio de 1935, eran nada menos que Hugo del Carril y Oscar Alonso. Y tres veces por semana, de 21 a 22 horas, competían en un interesante contrapunto. Payaban sobre un libreto preparado nada menos que por Roberto Gil, veinte años después crearía su extraordinario programa “Calle Corrientes”. Y cuando la radiotelefonía Argentina marcaba rumbos en todos los países de habla Hispana, mediante su creatividad permanente con autores de gran nivel, actores y actrices, músicos y los locutores exclusivos de cada radio, apareció una poderosa empresa Norteamericana: La Editorial Haynes, quien construye edificios que aún conserva su envergadura y una distribución y comodidades que al presente resulta un adelanto. Oficinas, estudios, salón auditórium, camarines, salas de técnica, discotecas, buffet. Un sitio para grandes orquestas, como la exclusiva que poseía para treinta y cinco profesores que acompañaban a los cantantes. Esta misma Editorial Haynes, simultáneamente sacó a la venta el diario “El Mundo”, dinámico, moderno, el primero en formato tabloide (trabaje en los últimos tiempos en su redacción y logre filmarla, lo mismo que el último día de salida a la calle, el cierre del mismo). También formo lista de sus publicaciones las revistas “El Hogar”, “Mundo Argentino”, “Mundo Infantil”, “Mundo Deportivo”, “Mundo Peronista” y otros. Son muchas las experiencias vividas y anécdotas para contar. Lugar que dejo para otras oportunidades. Todavía queda en mi memoria el programa de Luís Sandrini “Felipe”, aquella frase que decía “y mientras el cuerpo aguante…”
Roberto Di Chiara
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