Si, esa es quizás la expresión ante la absurda muerte de Carlos Fuentealba y de aquellos que recuerdan el crimen (nunca esclarecido) de Teresa Rodríguez perpetrado por policías. Policías que el Gobernador de la Provincia Jorge Sobish sigue encubriendo (más preocupado por la fuga de posibles votos por derecha si pronuncia una condena), enmascarando un “enfrentamiento” imposible de explicar con semejante capacidad de fuego.
Los aliados políticos del gobernador en un silencio cómplice ya no hablan de “seguridad”, silencio que incluye a Mauricio Macri, Blumberg y López Murphi, quizás también porque no es un poderoso el que fue abatido sino un simple docente. Desprecio por la vida humana y explicaciones que solo producen más bronca ante los especuladores de una política cómplice del poder.
Los ojos no deben centrarse solo en el poder y la política en Neuquén. La justicia provincial (cómplice del poder económico y político) tiene asignaturas pendientes en ese sentido, la muerte de Teresa Rodríguez nunca encontró el culpable (ni material, ni ideológico) y esperó el olvido popular para sepultar por segunda vez semejante crimen (por favor que no piensen los “comunicadores sociales” que este humilde docente se esta entrometiendo en la justicia).
La larga lista de correos y mensajes que en estos días han circulado parecen apuntar a que esta vez (aunque esto ya lo pensamos tantas veces) los responsables paguen algún tipo de condena. La movilización popular en este sentido debe ser contundente (no solo de los docentes) por parte de todos aquellos que creemos en serio en la defensa de los derechos humanos y la seguridad.
Por todo lo expuesto convocamos a todos el lunes 9 a las diez de la mañana a concentramos en el obelisco para marchar a la Casa de la Provincia de Neuquén.
¡Basta de represión a los trabajadores sociales,
Justicia para Carlos Fuentealba y Teresa Rodríguez,
Derechos Humanos y Seguridad para todos!
Compañero Carlos Fuentealba
presente
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