El periódico regional Nuevo Sumario presentó el 1º de agosto de 2006 al Concejo Deliberante de la ciudad de Alta Gracia una serie de ideas que, consideramos, deben ser tenidas en cuenta para sancionar una ordenanza sobre publicidad oficial.
Con la declarada intención de proponer que se sancione una Ordenanza sobre Publicidad Oficial, el pasado 1º de agosto, presentamos ante el Concejo Deliberante una serie de reflexiones que, creemos, deberían ser tenidas en cuenta en una futura norma. Se trata de abordar un tema tabú para muchos medios del país, que critican la utilización oscura de los dineros públicos en materia de publicidad oficial... cuando no lograron firmar contratos propios.
En ese sentido, es importante señalar que este periódico cuenta con una pauta publicitaria que la Municipalidad de Alta Gracia utiliza para difundir acciones de gobierno. El planteo que hacemos, por lo tanto, no puede interpretarse como una presión para lograr beneficio alguno, sino como una genuina aspiración a contribuir a transparentar el destino de los impuestos de la gente.
En la nota presentada, sostuvimos: “Tanto a nivel nacional, como provincial y municipal, la denominada “pauta de publicidad oficial” ha sido históricamente una herramienta útil a un doble juego de presiones. En un sentido, desde el poder que con los dineros públicos busca silenciar voces críticas y potenciar las alabanzas de los adulones de todos los que “pautan”.
En dirección inversa, desde medios de comunicación alejados de su deber específico que –transformando el derecho social a la información en una mera mercancía- la utilizan a conveniencia para practicar una auténtica extorsión sobre un determinado gobierno.
Por otra parte, el impresionante desarrollo de las comunicaciones en las últimas décadas, lejos de contribuir a fortalecer a un ciudadano más informado y comprometido con la sociedad a la que pertenece, agigantó el individualismo a su máxima expresión usando a la desinformación y a la banalización como herramienta eficaz para configurar una sociedad desintegrada.
En esta tarea, las grandes cadenas y monopolios de la comunicación han jugado y juegan un papel determinante, instalando desde la agenda de temas –es decir, diciéndole a la gente de qué debe hablar, como el discurso único, es decir, diciéndole a la gente lo que debe pensar.
Frente a este embate arrollador de las cadenas desinformadoras, los pequeños medios de comunicación regionales o locales pueden ser la última trinchera desde donde se defienda la cultura e identidad de cada pueblo. El lugar donde encontrar las pulsaciones reales de la gente real. El ámbito de expresión de nuestras sociedades y el escenario de sus debates».
La nota explica las necesidades comunicacionales del Estado, incluye mecanismos para evitar la utilización política, trasparentar el destino de fondos públicos y desarrollar medios regionales.
En lo que hace a recomendaciones concretas -añadiendo medidas propias de la particularidad de la región- propusimos iniciativas tomadas de un anteproyecto presentado por el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren), el 22 de diciembre de 2003, y del proyecto de los legisladores Mónica Gutiérrez, Ricardo Fonseca y Eduardo González (a su vez inspirado en el del Cispren), en agosto de 2004.
Lamentablemente, ninguno fue siquiera tratado en la Unicameral. En la sesión del 3 de agosto pasado, nuestra nota ingresó al Concejo Deliberante. A diferencia de muchas otras, no fue leída. Los bloques, pidieron copias.
www.prensared.com.ar
Con la declarada intención de proponer que se sancione una Ordenanza sobre Publicidad Oficial, el pasado 1º de agosto, presentamos ante el Concejo Deliberante una serie de reflexiones que, creemos, deberían ser tenidas en cuenta en una futura norma. Se trata de abordar un tema tabú para muchos medios del país, que critican la utilización oscura de los dineros públicos en materia de publicidad oficial... cuando no lograron firmar contratos propios.
En ese sentido, es importante señalar que este periódico cuenta con una pauta publicitaria que la Municipalidad de Alta Gracia utiliza para difundir acciones de gobierno. El planteo que hacemos, por lo tanto, no puede interpretarse como una presión para lograr beneficio alguno, sino como una genuina aspiración a contribuir a transparentar el destino de los impuestos de la gente.
En la nota presentada, sostuvimos: “Tanto a nivel nacional, como provincial y municipal, la denominada “pauta de publicidad oficial” ha sido históricamente una herramienta útil a un doble juego de presiones. En un sentido, desde el poder que con los dineros públicos busca silenciar voces críticas y potenciar las alabanzas de los adulones de todos los que “pautan”.
En dirección inversa, desde medios de comunicación alejados de su deber específico que –transformando el derecho social a la información en una mera mercancía- la utilizan a conveniencia para practicar una auténtica extorsión sobre un determinado gobierno.
Por otra parte, el impresionante desarrollo de las comunicaciones en las últimas décadas, lejos de contribuir a fortalecer a un ciudadano más informado y comprometido con la sociedad a la que pertenece, agigantó el individualismo a su máxima expresión usando a la desinformación y a la banalización como herramienta eficaz para configurar una sociedad desintegrada.
En esta tarea, las grandes cadenas y monopolios de la comunicación han jugado y juegan un papel determinante, instalando desde la agenda de temas –es decir, diciéndole a la gente de qué debe hablar, como el discurso único, es decir, diciéndole a la gente lo que debe pensar.
Frente a este embate arrollador de las cadenas desinformadoras, los pequeños medios de comunicación regionales o locales pueden ser la última trinchera desde donde se defienda la cultura e identidad de cada pueblo. El lugar donde encontrar las pulsaciones reales de la gente real. El ámbito de expresión de nuestras sociedades y el escenario de sus debates».
La nota explica las necesidades comunicacionales del Estado, incluye mecanismos para evitar la utilización política, trasparentar el destino de fondos públicos y desarrollar medios regionales.
En lo que hace a recomendaciones concretas -añadiendo medidas propias de la particularidad de la región- propusimos iniciativas tomadas de un anteproyecto presentado por el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren), el 22 de diciembre de 2003, y del proyecto de los legisladores Mónica Gutiérrez, Ricardo Fonseca y Eduardo González (a su vez inspirado en el del Cispren), en agosto de 2004.
Lamentablemente, ninguno fue siquiera tratado en la Unicameral. En la sesión del 3 de agosto pasado, nuestra nota ingresó al Concejo Deliberante. A diferencia de muchas otras, no fue leída. Los bloques, pidieron copias.
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